En los reportes estadísticos del SIMET los medicamentos ocupan el primer lugar como agentes causales de intoxicaciones. Las razones de ello son variadas pero, en líneas generales, casi siempre son debidas a conductas inadecuadas por desconocimiento, por descuido, o inclusive por irresponsabilidad. Una causa importante podría estar relacionada con la “AUTOMEDICACIÓN”, por el hecho de ser uno mismo quien, sin consultar a un especialista decide el medicamento a consumir sin disponer de conocimientos suficientes sobre la enfermedad, las propiedades del producto, su modo de empleo, la dosis, la frecuencia de administración o la duración de la terapia; circunstancia ésta que se agrava por la facilidad con la que se pueden obtener medicamentos de venta con prescripción en las farmacias sin la presentación del récipe respectivo. Otra razón podría ser el aceptar consejos de personas inexpertas quienes, seguramente con buenas intenciones recomiendan a otros algún medicamento para el alivio de una afección similar a la que ellos tuvieron.
Independientemente de la razón que mueva a alguien a usar medicamentos por cuenta propia, sin la intervención de un médico o el asesoramiento de un farmacéutico, tal conducta podría implicar riesgos de intoxicación.
No siempre el medicamento que fue bueno para tratar una dolencia en una persona, resulta igualmente efectivo para otras con una enfermedad similar. Existen numerosas condiciones que determinan la eficacia y seguridad de los medicamentos en cada individuo, como su edad, su peso, su sexo, su condición física, alergias, el uso concurrente de otros medicamentos, productos naturales e inclusive los alimentos o bebidas que la persona consume. Ciertos pacientes pueden resultar más susceptibles que otros a las reacciones adversas de algunos productos. Los ancianos, los niños, las embarazadas, las personas con otras enfermedades y las madres que amamantan a sus hijos, constituyen un ejemplo de ello.
A objeto de evitar o minimizar la posibilidad de intoxicaciones por medicamentos en el hogar, se deben considerar las siguientes medidas preventivas:
No usar medicamentos sin la prescripción del médico o sin la recomendación del farmacéutico, incluyendo los productos naturales.
Antes de usar un medicamento lea siempre en la etiqueta el nombre, verifique su fecha de vencimiento y siga las instrucciones impresas.
Nunca use un medicamento sin etiqueta o con el texto ilegible
No altere la dosificación indicada por médico o la que corresponda al uso adecuado del medicamento. No confunda una cucharada de una cucharadita, ya que una cucharada contiene tres veces más de medicamento que una cucharadita.
Consulte a su médico o farmacéutico para que le indique qué medicamentos pueden interactuar entre ellos y cuáles no. Los medicamentos, las vitaminas, los productos naturales, los suplementos, los alimentos, las bebidas no siempre son compatibles entre sí.
Mantenga siempre al os medicamentos fuera de la vista y/o del alcance de los niños y, si es posible, bajo llave. Nunca le diga a los niños que los medicamentos son sabrosos o caramelos. Edúquelos explicándoles lo que son en realidad. Procure no tomar medicamentos frente a los niños; ellos son imitadores.
No use medicamentos a oscuras, sin asegurarse de su identidad.
Mantenga siempre a los medicamentos en sus envases originales.
Descarte los medicamentos sobrantes al finalizar el tratamiento
Nunca combine el medicamentos con otros tratamientos (incluyendo productos naturales) sin consultar antes a su médico o farmacéutico.
Adquiera sus medicamentos solo en farmacias.
Servicio de Información de Medicamentos y Tóxicos (SIMET) Facultad de Farmacia Universidad Central de Venezuela Telf.: 58-212-605.2686//2732 0212-662.9320 0-800-TÓXICOS (869.4267)
Daniela Pasqualatto Coordinadora
Servicio de Información de Medicamentos y Tóxicos Facultad de Farmacia Universidad Central de Venezuela
Telf.: 58-212-605.2686//2732 0-800-TÓXICOS (869.4267)
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