martes, 16 de marzo de 2010

MANUEL DE LA FUENTE (1932-2010): ENTRE LO SAGRADO Y LO PAGANO, LO DIMINUTO Y LO MONUMENTAL











Yamile Cárdenas*




La Universidad de Los Andes, que se enalteció con su obra artística, hoy lamenta el fallecimiento del afamado escultor Manuel de la Fuente, autor de monumentales creaciones como La Virgen de la Paz, en Trujillo; La Loca Luz Caraballo, en Apartaderos; Las Heroínas Merideñas, en la plaza del mismo nombre ubicada en la ciudad de Mérida; entre otras numerosas obras que perpetúan su diálogo con diversas ciudades de Venezuela y el mundo.

A los 78 años de edad, el pasado el jueves 4 de marzo, dejó este mundo el profesor Manuel de la Fuente. Hasta entonces, no detuvo su frenética escalada de creación artística. Religiosamente, a diario acudía a su taller ubicado en el sector Los Pinos de El Valle, donde por años conversaron su interior y las montañas.

Este connotado escultor llegó a Venezuela en el año 1958, desde su natal Cádiz, España. Un año después se trasladó a Mérida, donde se dedicó por más de medio siglo al desarrollo de su obra artística, así como a la docencia universitaria que ejerció por cuatro décadas y que le mereció en abril de 2009 la más alta distinción que otorga la Universidad de Los Andes: el Doctorado Honoris Causa.

“Con este solemne acto de reconocimiento al gran artista y magnífica persona que es Manuel de la Fuente, la Universidad de Los Andes se enaltece a sí misma, pues Manuel, nuestro querido Manolo, es hijo legítimo de esta ilustre casa de estudios, aquí ha crecido y progresado, aquí ha sembrado y compartido sus conocimientos, aquí ha plasmado lo mejor de su obra plástica (…) Miles de horas consagradas al tallado de la madera, al moldeado de la arcilla, a esculpir la dura y rústica piedra o el noble mármol de Carrara, al trazo firme y delicado con el carboncillo o el pincel. El don del artista, presente en esos dedos bendecidos por Dios, encuentra su exacta correspondencia en el trabajo tesonero, en la persistencia y repetición que conducirán tarde o temprano a la perfección”, recitó en la apertura de ese evento el profesor y escritor Ednodio Quintero.

Copiosa producción artística

Entre los abstracto y lo figurativo, lo diminuto y lo monumental, lo sagrado y lo pagano, lo histórico y lo moderno, existe un largo inventario de obras, que constituyen el legado artístico de Manuel de la Fuente.

Su planteamiento crítico acerca de la deshumanización del ciudadano moderno lo plasma en su afamada serie escultórica “Multitudes”.

En su carrera fue una constante su diálogo con las personalidades que retrató y esculpió, la representación de la delicadeza del desnudo femenino y su pasión por la fiesta brava, expresada en obras como el Monumento Taurino a “Francisco Rivera “Paquirri” y el Monumento Taurino a “Francisco Ruiz Miguel”, ambos elaborados en el año 1991.

Como muestra de su trabajo, puede destacarse igualmente el Monumento a La Virgen de la Paz (1983) de casi 50 metros de altura y más de mil toneladas. Ese mismo año se hace acreedor del Premio Simón Bolívar de Escultura.

Manuel de la Fuente es también el autor de una de las obras más representativas del ser merideño, La Loca Luz Caraballo (1967), localizada en Apartaderos.

Otro emblema turístico moldeado por sus manos son Las Heroínas Merideñas, ubicadas en la plaza que lleva este mismo nombre.

A la entrada del Núcleo La Liria de la Universidad de Los Andes se encuentra su escultura de bronce denominada Alma Cosmográfica (2006).

En la Corporación Venezolana de Guayana, estado Bolívar, está su Pedestre Monumental del Libertador “Simón Bolívar” (1998) de 10 metros de altura.

No puede dejar de recordarse su Cenatafio a Santiago Mariño (1981) y su Cenatafio de Don Andrés Bello (1974), de 5 metros de altura, realizada a petición del ex Presidente Rafael Caldera.

Como muestra de su reconocimiento mundial, en el parque Internacional de la Escultura de Changchun-China, se halla su Monumento a la Solidaridad (1996) de 4 metros de altura.

Breve recuento

Manuel de la fuente es natural de Cádiz, España, donde entre sueños infantiles de convertirse en torero, dio sus primeros pasos en la creación artística. “El arte es destino. A mí me llamó cuando tenía cuatro o cinco años en Cádiz, mi tierra. No conocía el barro. Mis primeras figuras fueron hechas con las migas del pan y con cera”, expresaba este genial artista en la entrevista realizada para homenajearlo en el portal “Íconos de la ULA” (http://www.saber.ula.ve/iconos/), patrocinado por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT).

Desde muy joven emprendió sus estudios artísticos y comenzó a ganar fama, reconocimientos y hasta una beca para realizar estudios de la más importante escuela de artes de Sevilla. Desde entonces, sus creaciones se enfocan sobre todo en la imaginería religiosa y en la tauromaquia.

Graduado con honores, recibe la invitación desde la embajada de Venezuela en España para dar clases en Caracas. Aunque esta oferta de trabajo no se concreta, De la Fuente acude al llamado realizado de un aviso de prensa en el que solicitaban escultores para trabajar en la Catedral de Mérida. Allí, fue contratado por el afamado arquitecto Manuel Mujica Millán.

Se encargó de esculpir los ángeles que coronan a la Virgen, los apóstoles del púlpito y la sillería del coro. “No es casual entonces que en ese mismo templo se venere una de las obras más conmovedoras de nuestro querido homenajeado: el Cristo de las multitudes, elegido como símbolo del Año Jubilar, en el 2000”, afirma el profesor Ednodio Quintero en su ya mencionado discurso.

Posteriormente, el ejecutivo regional le solicita la realización en bronce de los bustos de varias personalidades influyentes en el desarrollo de las letras en Mérida. Estas esculturas se exhiben en el Parque de los Escritores.

Junto a su labor creativa, se abre paso en la docencia universitaria. Pedro Rincón Gutiérrez, conocido como el Rector de Rectores, recién había creado la Escuela de Artes Plásticas “Antonio Esteban Frías” (1959), de la que pronto se hace profesor de Dibujo, Escultura e Historia del Arte. Esta Escuela poco más tarde se convierte en el Centro Experimental de Arte. Luego, comienza a dar clases en el área de Expresión Gráfica y Diseño en la Facultad de Arquitectura, de la que se jubila en el año 2000. También estuvo relacionado con la Facultad de Arte, desde su reciente fundación.

*Prensa CDCHT-ULA

CNP 13.998

Email: cyamile@ula.ve

Imágenes tomadas del portal http://www.saber.ula.ve/iconos/

CITAS A DESTACAR

“Los artistas son de alguna manera los voceros de la psiquis colectiva; sus espíritus sensibles (…) van captando las ansias y los sueños de sus contemporáneos; en sus hombros, como Atlas de la modernidad, cargan también el peso de las angustias y penalidades de sus pares y hermanos”, pronunció el prominente escritor y profesor universitario Ednodio Quintero en su discurso previo al otorgamiento del Doctorado Honoris Causa en Arte al profesor Manuel de la fuente (Mérida, 21 de abril de 2009).

“Manuel de la Fuente es un referente estético de Mérida, porque en la obra él vincula lo español con lo americano; lo religioso con lo laico, lo universitario con la cultura universal, es más, lo arquitectónico con lo estrictamente artístico. Manolo De La Fuente significa esa gran síntesis cultural de Mérida”, expresó el profesor Fortunato González al ser entrevistado como parte del homenaje rendido a Manuel de la Fuente en el portal Íconos de la ULA (http://www.saber.ula.ve/iconos/) patrocinado por el CDCHT.


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