Luís Loaiza Rincón
La Asamblea Nacional se encuentra a punto de concretar la reforma de una ley fundamental para la investigación en Venezuela sin contar con la opinión de las instituciones que generan el 90% de la investigación en el país. La reforma propuesta elimina el Observatorio Nacional de Ciencia y Tecnología (Oncti), instancia que hasta ahora administraba el Programa de Promoción al Investigador (PPI).
Algunos investigadores, adscritos al PPI, recibieron ya en sus correos electrónicos una carta oficial según la cual el Gobierno les notifica la desaparición del PPI y sugiere que trabajarán en los próximos meses en nuevos mecanismos de “motivación” para el fomento de la investigación nacional. El sistema científico nacional quedará en el limbo si se considera que los presupuestos deficitarios de las universidades nacionales no permitirán destinar recursos para los Consejos de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT).
La propuesta de reforma que se encuentra en la AN para modificar la LOCTI, contempla en el artículo 33 lo siguiente:“La administración, recaudación, fiscalización y control de la contribución especial contemplada en la presente Ley, corresponde al Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, ente adscrito al Ministerio con competencia en ciencia y tecnología”. Será entonces, el Fonacit la instancia encargada de administrar los recursos y destinarlos a las distintas universidades y organismos de producción científica.
No se sabe con certeza cuáles serán los criterios para la asignación de los recursos, pues se habla de apoyar sólo investigaciones “prioritarias”. Se teme que con la centralización absoluta de la Locti, se pueda castigar a ciertas comunidades científicas por retaliaciones políticas y afinidades partidistas.
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