lunes, 22 de marzo de 2010

“LA ACCIÓN GREMIAL DE LOS UNIVERSITARIOS NO PUEDE SER COMPLACIENTE NI AMBIGUA”


Luis Loaiza Rincón presidente de Apula-IPP

Omer Molina Martín Prensa Apula-IPP

Continuando con su llamado de defensa de la autonomía universitaria y Alma Máter, hacia toda la comunidad ulandina, el presidente de la Apula, Luís Loaiza resaltó una vez más que en Venezuela se ha configurado un contexto hostil indefinido tanto para la autonomía universitaria como para la misma institucionalidad de las principales casas de estudio. “Cada vez se hace más evidente el cerco financiero que anula la capacidad administrativa indispensable para que las universidades cumplan sus altos objetivos, el aumento de las restricciones legales impuestas al ejercicio autonómico de la academia, el desprecio por la libertad de conciencia que no acepta cortapisas partidistas y el deterioro dramático de los sueldos y de las condiciones de trabajo de los universitarios”.

Paralelamente, indicó el líder profesoral que desde hace unos años se vienen suscitando una serie de hechos violentos en contra de las universidades, sus autoridades, estudiantes y gremios, a través de una política de descrédito y descalificación, de invasiones institucionales por parte de grupos afectos al gobierno nacional, de allanamientos de los recintos universitarios y de persecuciones políticas que buscan amedrentar y criminalizar el reclamo que los universitarios vienen realizando.

“Está claro que el gobierno nacional pretende desconocer las organizaciones gremiales legal y legítimamente constituidas y los derechos laborales de los universitarios. Abiertamente el gobierno propicia el paralelismo gremial y sindical con el objeto de debilitar la lucha gremial por la defensa de nuestros derechos”.

Más adelante señaló el también presidente del IPP-ULA que los universitarios se encuentran frente a una política gubernamental que tiene por objeto “desmantelar las universidades y convertirlas en apéndices partidistas para los fines de la revolución. Pero ello no significa otra cosa que destruir para controlar desde las cenizas”.

De concretarse esta estrategia que es (acabar con la Institucionalidad, suprimir la autonomía, crear gremios paralelos, violentar derechos constitucionales, humanos, laborales, sociales y políticos e imponer la voluntad del gobierno por encima de la libertad y la democracia universitarias), expresó que “estaríamos en presencia de la desintegración institucional y de la destrucción de la Universidad. Además, ello sería también la total negación de todo lo previsto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela sobre la naturaleza autonómica de las universidades”.

Por esta razón, finalizó en su comunicado que la acción gremial de los universitarios no puede ser complaciente ni ambigua. “Esta es hora de definiciones. Quienes amparados en campañas de descrédito apuntalan sus ambiciones en proyectos personales, sin ningún tipo de presencia ni de arraigo en las bases universitarias, sólo sirven de instrumentos útiles para la destrucción de las universidades y de las instituciones que pretenden defender”


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